domingo, 23 de febrero de 2014

Recomendaciones para reclusos 

Autor: Swami B.A. Paramadvaiti

Muchas personas hoy en día se encuentran en la oscuridad, tras las rejas, desprovistas de libertad por haber cometido graves errores en su vida. Estando en tan penosa situación, ¿cómo podrían vislumbrar una luz que les dé aliciente para seguir luchando, superarse y lograr que su vida sea digna y llena de esperanza?
Los casos de encarcelamiento siempre han existido desde hace mucho tiempo, y también casos de injusticias, pero con alguna enseñanza, como en la India, durante la edad media, el gran santo Haridas Thakur fue encarcelado por los musulmanes por haber enseñado el canto el Santo Nombre de Dios como Purificador Supremo (Mantra Yoga). Debido a su nacimiento en una familia musulmana su actitud fue considerada por parte de los gobernantes, como criminal (en aquella época el pueblo hindú se encontraba oprimido por los musulmanes) y por ello fue recluido en la prisión.Allí se encontró con muchas personas tristes que se pusieron más tristes y asombrados de ver cómo incluso los santos pueden ser encarcelados. Pero Haridas Thakur no estaba afligido y los instruyó con estas fundamentales enseñanzas: “Todos estamos presos en el concepto material de la vida, creyendo que somos el cuerpo, que somos los disfrutadores, los propietarios y controladores de todo cuanto existe. Estos conceptos son totalmente erróneos y nos tienen presos en este cuerpo material y en la conciencia mundana. Mientras pensemos que satisfacer los sentidos es la meta de la vida, estaremos presos en este mundo material donde se nace, se muere, se envejece y se enferma, donde nadie se quiere y nadie es dueño de nada.”
Todos somos recompensados o castigados de acuerdo a nuestras actividades realizadas, esta es una Ley universal. Dios nos ha dado libertad, pero también ha puesto ciertas condiciones a esa libertad. Si abusamos de nuestro libre albedrío y cometemos actos que van en contra del bienestar de los demás vamos a tener que pagar las consecuencias.
De igual manera, las leyes de nuestra sociedad también nos dan plena libertad para actuar, pero cuando alguien las viola y traspasa los derechos de los demás, la misma sociedad se encarga de encerrarlo en una cárcel donde se le cubren todas sus necesidades básicas con tal de que no ponga más en peligro la seguridad de los demás. En forma similar, para aquellos que quieren disfrutar en forma egoísta a costa de los demás, Dios ha creado este mundo material para que uno pueda compartir con otros de la misma mentalidad, y pueda aprender, finalmente, que esta conducta no es la correcta.
Afortunadamente los mensajeros divinos vienen a este mundo para ayudarnos a comprender que nosotros hemos nacido para ser servidores de la verdad y del bienestar de los demás. Y que para ser servidores en la modalidad de la bondad debemos:
- Dejar de participar directa o indirectamente en la matanza de animales, dejando de comer carne de vaca, pescado, pollo y huevos.
- No intoxicar el cuerpo con sustancias embriagantes y alucinógenas.
-Noparticiparenjuegosde azary
- Abandonar las relaciones sexuales fuera del matrimonio.
Tenemos que aprender que nuestro deber es servir, y para esto debemos purificar nuestra conciencia a través de oraciones y mantras, tal como el famoso maha mantra:
hare krishna hare krishna
krishna krishna hare hare
hare rama hare rama
rama rama hare hare
Cuya traducción es: “¡Oh, mí Señor! Déjame ser un instrumento de Tu Amor, acéptame otra vez como Tu servidor”.
La repetición continua de este maha mantra purifica nuestra mente y conciencia, y es capaz de generar una atmósfera de mucho entusiasmo y alegría, incluso dentro de las cárceles; de tal manera que uno también estando en prisión puede tomar la bella decisión de volverse un servidor de la humanidad, y en adelante no sufrir ningún minuto de desánimo. Un recluso que ha desarrollado esta disposición puede aprovechar ese tiempo de reclusión para estudiar la Sabiduría Védica, y así su conducta cambiará de tal forma que las autoridades penitenciarias no verán la necesidad de tenerlo recluido y preferirán dejarlo en libertad, pues percibirán que él practica algo superior evitando todo lo equivocado y haciendo lo correcto, anhelando un Gusto Superior.
Por cada mala acción que cometemos, la ley del karma nos envía una reacción que nos castiga, pero este castigo solamente es para despertar nuestra Conciencia Superior. Las Leyes Universales no son vengativas, sólo existen para purificarnos y ayudarnos a comprender. Todos debemos aceptar estas Leyes. Las Leyes de la naturaleza material no están dentro de nuestro cuestionamiento; y aquellos que se han vuelto criminales pensando en que las Leyes de la sociedad no tienen ningún valor o justificándose por el hecho de que grandes personajes también han actuado mal, deben saber que “dos malos no hacen un bien”. La Ley Superior es la Ley de la Madre Naturaleza, no la ley del ser humano; por lo tanto, debemos someternos a las Leyes de la Autoridad Suprema y aprender de Sus enseñanzas.
Así, Haridas Thakur enseñó a los presos a ser felices al hacerles reconocer la oportunidad de tener un cuerpo humano y poder practicar la autorrealización; y comenzó a meditar con ellos en los Santos Nombres del Señor Supremo que purifican de toda confusión. Él y los demás presos comenzaron a bailar en tal éxtasis que los guardias de la cárcel tuvieron que llamar al juez para comentarle: “Desde que usted mandó a este santo a la cárcel, los presos parecen más felices que los que estamos libres. ¿Qué está sucediendo?”
Así es la realidad, la espiritualidad es el único medio que nos puede liberar de la cárcel de esta existencia material, de los deseos equivocados que nos contaminan con la idea de explotar a los demás o con la total indiferencia hacia los sufrimientos de las personas. Por ello, hoy en día existen personas piadosas que están difundiendo el mensaje de la Sabiduría Védica aún dentro de las cárceles para que todos los presos de este mundo puedan salir de su condición mediante un progreso tangible y logren el éxito en su vida humana.
“Cada pájaro vuela con la fuerza de su propio plumaje”; levántese de su desgracia y de su error, aproveche ahora que ha recibido este mensaje de la Sabiduría Védica y tome el rumbo definitivo en su vida para que rápidamente recupere su libertad; e incluso, vaya más allá de ella, recuperando su libertad interna al reconocer que usted es un servidor y que la oportunidad de tener un cuerpo humano lo posibilita para prestar servicio a la voluntad de Dios, la cual es el Amor Universal donde todos podemos mejorar nuestras condiciones, además de prepararnos para el momento en que dejemos este mundo y podamos llegar al Destino Espiritual Supremo.
Esta es nuestra invitación. Usted puede escribirnos para ponerse en contacto con cualquiera de nuestros Centros. Al recibir este folleto hágalo llegar a todos aquellos que lo necesiten, compártalo con quienes están afectados por este problema de la existencia material.